Jesús el líder
¿Son los seguidores de Jesús también unos revolucionarios? Los seguidores de un revolucionario se convierten en miembros de su causa y de la revolución que su caudillo[1] promueve. Veamos los rasgos de algunos de los grupos que se identificaron con la revolución espiritual que promovía aquel que llamamos Cristo.
Los Zelotes
Los Zelotes fue el nombre que recibieron los seguidores de un movimiento político nacionalista en el Israel del primer siglo, fundado por un hombre llamado Judas el Galileo [que no era el Judas bíblico] poco después de nacer Jesús. Su nombre en hebreo Kanna´im, nos habla de radicalidad. Su objetivo era independizar a su nación del Imperio Romano mediante la lucha armada. Los Zelotes fueron la facción más radical del judaísmo de su época, enfrentándose frecuentemente a otras facciones como los fariseos o saduceos, por lo que el vocablo Zelote ha pasado a ser sinónimo en varios idiomas de intransigencia o radicalismo militante.
Para algunos historiadores los Zelotes son considerados como uno de los primeros grupos terroristas de la historia ya que utilizaban el secuestro y homicidio de civiles que a su entender colaboraban con el gobierno romano, para disuadir a otros de hacer lo mismo.[2] Cuando aparece en escena Jesús, ellos inmediatamente lo identifican como un revolucionario. Como alguien que puede ser el caudillo de una guerrilla militar. Una prueba de ello es que uno de los apóstoles era llamado Simón el Zelote[3]. Lo que nos dice que este hombre estaba plenamente identificado como parte de un grupo guerrillero en toda la extensión de la palabra. Se dice también, que Judas Iscariote quien más tarde habría de traicionar al propio Jesús pudo haber sido un Zelote. Bajo esta perspectiva, se piensa que al percatarse Judas de que Jesús no promovía una lucha militar en contra de los opresores al enseñar cosas tales como: «Si alguien les da una bofetada en una mejilla, pídanle que les pegue en la otra. Si alguien quiere quitarles el abrigo, dejen que también se lleve la camisa[4]», pudo haber pensado que se trataba de un falso Mesías, y decidió entonces denunciarlo y entregarlo.
Los del Camino
A los seguidores de Jesús no se les llamó cristianos en un principio, sino los del Camino, ya que cada uno de ellos había encontrado en Jesús un nuevo rumbo para su vida, al ser transformados de manera radical por su mensaje. La gente al verles decía de ellos «han encontrado el Camino.» Debemos definirles también como un grupo revolucionario. Ellos declaraban: «Porque el reino de Dios no es cuestión de palabras sino de poder.[5]» La palabra griega que se traduce como poder en este texto es la palabra Dunamis[6], de la que se origina la palabra dinamita. Ellos decían: «para nosotros el mensaje es dinamita.» Eran verdaderos terroristas espirituales. Se consideraban enemigos del imperio de la muerte. Eran portadores de armas espirituales tales como el escudo de la fe, la espada de la palabra, el casco de la salvación[7], y provocaban revoluciones en la atmósfera espiritual de los pueblos, ciudades y naciones que pisaban.
Los jóvenes
Había también otro conjunto de revolucionarios, que formaban parte de este primer grupo de seguidores de Jesús, los jóvenes. La Biblia en el libro de Los hechos capítulo 5 nos habla de ellos. Un matrimonio de aquella época quedó admirado al ver la manera en la que se trataban entre sí quienes formaban parte del Camino. Ya que si a alguien le faltaba algo, el resto veía la manera de ayudarlo, al grado en que dice la Biblia: «Todos los seguidores de Jesús tenían una misma manera de pensar y de sentir. Todo lo que tenían lo compartían entre ellos, y nadie se sentía dueño de nada.[8]» Entonces este matrimonio tuvo un mal pensamiento, al más puro estilo del México que siempre pierde, se dijeron: «vamos a vender una de nuestras propiedades y daremos parte del dinero haciéndoles creer que estamos donándolo todo.» Quisieron gozar los beneficios y honor que recibe una persona bondadosa pero sin estar dispuestos a pagar el precio. No tenían un corazón revolucionario. Realizaron su treta pero fueron desenmascarados y literalmente cayeron muertos. Y dice la Biblia: «Entonces se levantaron los jóvenes, envolvieron a los muertos, los sacaron y los sepultaron.[9]»
¿Qué hay de esos jóvenes del capítulo 5 del libro de los hechos? Estos jóvenes son testigos de que la mentira y la corrupción están haciendo acto de presencia pero perecen ante sus propios ojos. Estos jóvenes estaban sentados. Esto me deja ver una tendencia natural que hay en los jóvenes. Solemos pensar en ellos como «hiper-dinámicos», pero la verdad es que conforme pasa el tiempo van tendiendo a ser sedentarios estacionándose frente al monitor de la computadora, la televisión, el ipod, el celular, etc. Pueden estar horas conectados al Internet y comunicarse o incluso jugar un partidito de ajedrez con alguien que está al otro lado del mundo y que muy posiblemente nunca verán personalmente durante toda su vida, pero a la misma vez, están totalmente desconectados de la realidad que les rodea. Los de hechos 5 a pesar de estar sentados tienen algo diferente a muchos de nuestros jóvenes de hoy en día: ¡están disponibles y alerta de las necesidades que los rodean! No son unos bultos con forma humana ocupando sólo un espacio físico, consumiendo el aire y asaltando el refrigerador en un descuido nuestro. Se puede contar con ellos. Cae un muerto e inmediatamente se levantan y toman cartas en el asunto. Esto me parece que se convierte en un llamado urgente para la generación de hoy, ¿cuántos se encuentran sentados dejando que los sueños que Dios puso en su corazón los vengan a cumplir otros?, es necesario levantarse, estar disponible y alerta. Es necesario ser un revolucionario.
En otras palabras:: EsCh@tñol
Haz lo K C T D tu Rgalada gana y algún día DScubrirás K fuisT esclavo Dl diablo, abrazaT a JC y algún día DScubrirás K fuisT verdaderamenT libre.
NOTAS
[1] Caudillo: Hombre que, como cabeza, guía y manda la gente de guerra. http://www.rae.es/ [2] http://es.wikipedia.org/wiki/Zelotes
[3] Y entrados, subieron al aposento alto, donde moraban Pedro y Jacobo, Juan, Andrés, Felipe, Tomás, Bartolomé, Mateo, Jacobo hijo de Alfeo, Simón el Zelote y Judas hermano de Jacobo. Hechos 1:13 RVR 1960
[4] Lucas 6:29 TLA
[5] 1 Corintios 4:20 NVI
[6] Dinamita. del gr. δύναμις [Dunamis], fuerza. Real Academia Española. http://www.rae.es/
[7] Que su confianza en Dios sea como un escudo que apague las flechas encendidas que arroja el diablo. Que la salvación los proteja como un casco, y que los defienda la Palabra de Dios, que es la espada del Espíritu Santo. Efesios 6:16-17 TLA
[8] Hechos 4:32 TLA
[9] Hechos 5:6 Paráfrasis
Continúa» Segunda diferencia: Su Actitud
Saturday, September 30, 2006
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