Saturday, September 30, 2006

Autoridad» Jesús el hermano

Jesús el hermano

Mucho se ha discutido en los últimos siglos acerca de si Jesús tuvo o no hermanos. La Biblia menciona reiteradamente a cuatro hombres: Jacobo, José, Simón y Judas[1] como sus hermanos y hace alusión a dos hermanas por lo menos, sin llegar a mencionar sus nombres. Algunos piensan que se trataba de primos o de medios hermanos por parte de algún matrimonio anterior de su padre, antes que creer que eran verdaderos hermanos de Jesús. La realidad es que se trataba de gente que era muy cercana e importante para él. ¿Cómo habría sido la relación entre ellos? Es fácil pensar que Jesús debió haber sido taaaaan bueno, amoroso y perfecto que sus hermanos no tuvieron queja alguna contra él. Nunca se habrá puesto los pantalones preferidos de alguno de ellos, ni les gastaba la mitad del saldo de su celular, mucho menos los echaba de cabeza si se les habían pasado las cervezas en algún antro. No les descomponía el iPod, ni salía con la metida de pata de perder la extensión de la tarjeta de crédito de José, su papá. Quizá nunca ocurrió que Jesús se halla terminado toda la comida del refri[2] en un arranque compulsivo y súbito de hambre. O ¿tal vez?, podamos pensar que rogaba para que les dieran permiso a cualquiera de sus hermanos cuando querían salir con sus cuates, en fin, si era perfecto así debió haber sido ¿o no?

La realidad es que Jesús vivió una vida perfecta, sin cometer error alguno con nadie[3], incluidos sus hermanos, sin embargo eso no fue suficiente para evitar caer en conflicto con ellos. Fue tal el problema que se dio entre Jesús y sus hermanos que una profecía escrita unos mil años antes de que ellos nacieran ya lo anunciaba. Las antiguas Escrituras hebreas señalaban que el Mesías[4] habría de ser despreciado por sus hermanos: «me convertí en un extraño para mis hermanos, fui un extranjero para los hijos de mi madre.[5]» Quien tiene un corazón revolucionario suele incomodar a otros. Eso fue lo que sucedió en la vida de Jesús. Se pusieron en su contra muchos, algunos fervorosamente religiosos, otros con fuertes tendencias políticas, otros celosos de su fama y reputación y otros más simplemente por ser sus hermanos: y «Es que ni siquiera sus hermanos creían en él[6]» dice el evangelio de Juan.

«Los amigos son los hermanos que tú eliges», dice ese viejo proverbio chino que se acaba de inventar. La misma Biblia dice «hay amigos más fieles que un hermano[7]», a veces no es tan difícil encontrar esa clase de amigos, mientras que nos resulta imposible ser amigos de nuestros hermanos. Jesús no se dejó amedrentar por la hostilidad de sus hermanos, su causa era la más digna que puede existir y no pensaba renunciar a ella. Siguió adelante entonces, mostrándoles amor y respeto, sin importar cuan difícil le resultara. Me supongo que las críticas, descalificaciones e insultos lo acompañaron por el resto de su vida, pero eso no fue suficiente para apagar un corazón revolucionario. Jesús se había abrazado fuertemente a una autoridad superior: la voluntad de Dios, entonces declaró: «Pues mi hermano, mi hermana y mi madre son los que hacen la voluntad de mi Padre que está en el cielo.[8]» Durante los tres años que se dedicó a predicar fueron muchos lo que se añadieron a esta clase de hermandad, pero sus verdaderos hermanos permanecieron apartados y escépticos. Jesús fue a la cruz y murió. Pero la historia de la relación con sus hermanos no iba a terminar ahí. La Biblia dice que se encontraba un pequeño grupo de seguidores de Jesús reunido peleando en la batalla espiritual a través de la oración a pocos días después de la resurrección de Jesús, entre ellos se encontraban los apóstoles «junto con las mujeres, y con María la madre de Jesús, y con los hermanos de Él.[9]» Con el tiempo Jacobo, uno de sus hermanos se convirtió en el líder de la iglesia en Jerusalén. Y finalmente todos creyeron en él.

No sé qué tal esté tu relación con tus hermanos, es normal tener conflicto con ellos durante cierta etapa de nuestra vida, especialmente cuando somos jóvenes. Pero a ellos Dios los ha puesto para que sean una influencia en nuestra vida y nosotros en la suya. Vale la pena luchar por mantener una relación sana con ellos. Si te la pasas bien con los hermanos que tú eliges [tus amigos], imagina lo bien que te la deberías de pasar con los que Dios ha elegido para ti. Al igual que sucedió en la relación de Jesús con sus hermanos no importa cuan bien hagamos las cosas, siempre habrá problemas. Lo verdaderamente importante es tener un corazón dispuesto a amar a pesar de la necedad, la intransigencia, la torpeza, la negligencia, la incoherencia, la mala onda, la estupidez deliberada, el mal aliento y hasta el pie de atleta. Amar con un corazón revolucionario a un hermano va a significar muchas veces hablarle duro y directo, no podemos abandonar la verdad, los estaríamos arrojando al hoyo.

Jesús el amigo

Jesús en una sola frase se define como amigo: «Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos.[10]»

NOTAS
[1]¿No es acaso el carpintero, el hijo de María, hermano de Santiago, de José, de Judas y de Simón? ¿Y sus hermanas no viven aquí entre nosotros? Marcos 6:3 BDJ
[2] Nevera o frigorífico.
[3] Cristo nunca pecó... 2 Corintios 5:21ª TLA
[4] Mesías: El Hijo de Dios, Salvador y Rey descendiente de David, prometido por los profetas al pueblo hebreo. Real Academia Española. http://www.rae.es/
[5] Salmos 69:8 BDJ
[6] Juan 5:12 BDJ
[7] Proverbios 18:24 NVI
[8] Mateo 12:50 NVI
[9] Hechos 1:14 LBLA
[10] Juan 15:13 RVR 1960


Continúa» Jesús el revolucionario

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